domingo, 31 de enero de 2010

Mi Diosa...

Esta noche no he dormido. Mi corazón no hace más que gritar tu nombre... Aun recuerdo cuando te vi por primera vez...
"Recién llegaba yo a Ruan para el torneo. Después de que mi heraldo entregase los títulos nobiliarios y comunicara las pruebas en las que yo iba a participar, comencé a deambular por las callejuelas de Ruan, montado en mi caballo intentando familiarizarme con aquella extraña ciudad del norte de Normandía. Al doblar una esquina os vi. Toda vestida de blanco. Se os diferenciaba perfectamente entre la multitud. Cuando conseguí alcanzaros os pregunté vuestro nombre... y os negasteis a dármelo. Pensabais que era otro caballero más. Otro caballero que iba a prometeros que ganaría el torneo para vos. Simplemente pensabais que para mi erais una presa más y que yo era un caballero insaciable. Cervatilla me pedisteis que os llamase... Cervatilla mía...

Una vez en nuestro campamento, despues de la primera victoria en la justa, no podia dormir...
-Por el amor de la victoria William, duérmete -dijo Peter, mi escudero.
-No puedo. El amor me a dado alas y debo volar - añadí. -No puedo explicarlo. Hace que me sienta poeta.
-Puede que te sientas poeta pero pareces un imbécil - replicó Peter. - Ni si quiera sabes su nombre.
-Su nombre... Su nombre es Afrodita, Calypso, Venus elige tú.



Peter giró sobre si mismo en su saco y me miró:
-Las mujeres ablandan el corazón. Y sin corazón no puedes vencer.
- Oh que ojos! - dije sin poder terminar.
-Oh William, concéntrate - gritó Peter.


SI PUDIERA PEDIRLE ALGO A DIOS... SERIA QUE PARARA LA LUNA. QUE PARARA LA LUNA E HICIERA QUE ESTA NOCHE, Y TU BELLEZA FUERAN ETERNAS...

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